miércoles, 29 de abril de 2015

"Bailar es soñar con los pies."

Nunca había conocido a nadie como ella; podía presentarse en cualquier momento del día para convertir sus nubes grises en un bonito atardecer. De su mano todo era mucho más sencillo y no hacían falta palabras para decir todo lo que sentía. Siempre conseguía sacar lo mejor de ella y hacía que todo lo malo desapareciese. Tampoco la hacía falta fingir; podía llorar sin lágrimas, reír sin carcajadas y querer sin besos. A su lado se paraba el tiempo y no existía el quién, el cuándo o el dónde; solo importaban sus sentimientos y cómo se los hacía llegar a los demás. Los problemas se convertían en ochos, los golpes en acentos y la ira en fuerza y expresión. Podía volar y sentirse libre: sin ataduras, normas, objetivos o prejuicios. Sabía que aquella era su media naranja. La danza siempre la hacía soñar y, con ella cerca, sentía que la vida era un poquito más fácil.

miércoles, 8 de abril de 2015

Qué hipocresía.

Estaba empeñada en escribir algo, pero se me da tan mal forzar las cosas. No me gusta, no lo aguanto. Necesito tener mi vida controlada, pero odio que me la controlen, También odio tener que cumplir unos requisitos y llegar a unos parámetros determinados. Me gusta hablar sin pensar y cagarla, sobre todo cagarla, aunque luego haya que pedir perdón. ¿De eso va la vida, de equivocarse y aprender a rectificar, no? Pues a mi lo de equivocarme se me da de puta madre, me equivoco todos los días a todas horas. Ahora mismo me equivoco obligándome a escribir y por eso esta línea es una basura. A mi lo que me gustan son los besos, pero no esos de película, los que no vienen a cuento, los inesperados. "Ines-perados" vaya chiste más malo, pero no creo que existan las casualidades. Odio pensar y ya estoy pensando. Entiendo que me digan que no me entienden porque yo tampoco lo hago. Solo sé que no sé nada. Qué hipocresía.