domingo, 20 de octubre de 2013

¿Qué? No sé.

Sé que si nos hubiésemos conocido en otro lugar y en otras circunstancias ahora las cosas serían distintas, pero bueno, sucedió de otra manera. Puede ser que no me guste o que no me sienta orgullosa de lo que ha pasado y de como ha pasado, pero tampoco me arrepiento. No me arrepiento porque el destino está escrito y lo que ya he vivido nadie me lo quita, haya sido feliz o no, es experiencia, y eso queda. Está bien ser feliz, pero el dolor también ayuda. Ayuda a ser más fuerte, a madurar, a crecer... Pero sobre todo ayuda a que aprendas a creer en ti mismo, en que no necesitas la ayuda de nadie para seguir adelante, en que eres fuerte y puedes con todo. Te enseña que la vida no es tan fácil como sumar 2 y 2, pero que también tiene sus cosas buenas, las que hay que aprovechar al máximo y no dejar escapar. El dolor te enseña a superar el miedo, a saber que hay que levantarse después de cada caída y a que no puedes dejar que nada te pisotee. Cada uno sabe cuáles son sus problemas y, por supuesto, sus soluciones.

miércoles, 16 de octubre de 2013

¿El adiós? Nuestra mejor opción. (1)

Cuando me pierdas, te haré llorar. No por el mero hecho de que pierdas a una de las personas que más te ha querido, quiere y querrá, si no por todo lo que te voy a recordar. Recuerdos que vas a echar de menos, cosas que te hacían feliz y que ya no podrás volver a tener con nadie más. Esas noches de hablar hasta las tantas, de tonterías, de abrazos, de enfados sin sentido, de sueños... y también de decepciones, lágrimas y tristeza. Esas cosas que pensabas que habías olvidado por completo, pero que en realidad siguen ahí, y te van a hacer darte cuenta de que las cosas han cambiado, que has perdido muchas cosas y que, desgraciadamente, no hay vuelta atrás. Vas a caer en la cuenta de que eramos amigos de esos de los de verdad y que, algunas veces, también eramos algo más que simples amigos. Las opiniones de la gente nos hicieron perder muchas cosas, demasiadas, e hicieron que a veces nos creyésemos ser menos de lo que en realidad eramos. Está claro, tuvimos nuestras épocas buenas, en las que estábamos en lo más alto, pero a veces también caíamos, y ,ahora, es el momento de escribir el fin de nuestra "historia", si se le puede llamar así. Sé que, aunque fuese sin darte cuenta, me quisiste y también sé que un día me dejaste de querer. Yo me acuerdo de todas las veces que no estuviste a mi lado, que me fallaste, y estoy segura de que tú también te acuerdas de cuando yo no estuve ahí para ti. ¿Que si hubiésemos puesto más cada uno de nuestra parte esto ahora mismo sería distinto? Pondría la mano en el fuego porque sí. (+)

miércoles, 9 de octubre de 2013

Cambios.

La vida cambia, el tiempo pasa y tú sigues ahí, viendo como las cosas van y vienen, y como tú también cambias con la vida.
Te paras a pensar, miras atrás y ves que la mayoría de las cosas que antes te importaban ya no lo hacen y que ahora te preocupas por cosas que antes no lo hacías. Te das cuenta de que las consecuencias de tus errores están ahí, puteandote, y que no todo es tan fácil como parecía.
Los momentos no te dan segundas oportunidades y si no los aprovechas más tarde te das cuenta de que solo hay una cosa que jode más que fallar, la duda de no saber si había éxito detrás de la opción que dejaste como la más peligrosa.
Eres feliz con muchísimas cosas, pero también infeliz con otras tantas. Aprendes a compartir lágrimas con la soledad y carcajadas con la imaginación. Aprendes que tu propia felicidad no debe depender de nadie más que no seas tú y aprendes que los pequeños detalles son los que van marcando la diferencia.
Descubres quién eres, lo que quieres, cuando lo quieres y por qué. Aprendes a luchar para llegar a lo que para ti es importante y a apoyarte en esas personas que día a día se ganan tu confianza y tu amistad. También empiezas a entender cosas que antes no entendías y que aunque sea duro siempre se sale hacia delante, que siempre hay gente que está peor y que con ganas e ilusión se pueden mejorar las cosas.