domingo, 27 de julio de 2014

Peros, peros y mas peros.

"Así que... vamos a ver si lo he entendido. Te gusta, pero no estás seguro de si quieres estar con ella, pero te gusta lo suficiente como para tener sexo con ella, pero no estás seguro de si quieres que seáis algo más que amigos, pero quieres que piense en ti como su novio, pero te gusta estar soltero, pero no quieres que nadie más pueda estar con ella, pero tu si puedes tontear con otras chicas, pero te pones celoso cuando otros chicos hablan con ella, quieres hablar con ella todo el día pero no lo haces, pero quieres que ella solo te preste atención sólo a ti, pero piensas que es pesada cuando te habla, pero no te gusta que hable con otros, por todavía no quieres estar atado, pero quieres que actúe como si ella fuese tu chica, pero no quieres meterte en una relación, pero quieres que te sea fiel sólo a ti, pero ahora sólo quieres divertirte, pero quieres que ella te quiera, pero no está listo para comprometerte solo con ella, ¿no?"

miércoles, 23 de julio de 2014

Basura express.

Hemos perdido el cara a cara. Hemos perdido el saber apreciar una mirada o una sonrisa. Ya no sabemos lo que son unos ojos que neceistan ayuda o unos ojos pidiendo un beso a gritos. No sabemos leer unos labios diciendo "te quiero" y tampoco entendemos las lágrimas de impotencia o rabia. Nos centramos en un triste mensaje de buenos días, en un "en linea" que, si no es para ti, es para cualquier otro por el que te está cambiando. Discutimos horas y horas frente a una pantalla sin echar de menos poder pararlo todo con un beso suave, dulce. Publicamos nuestras lágrimas en una red social en vez de dejarselas ver a los demás. Dependemos de me gustas en Instagram, FAVs en Twitter y de quién habla primero a quién en Whatsapp. Nos olvidamos de las personas, de los sentimientos, de que cuando nos tenemos cerca todo es diferente, fácil. También de que las reacciones nos ayudan a entender las cosas. Parece que ya no creemos en cómo nos sentimos cuando nos rozan la piel y que todo eso se puede sustituir por un "Buenas noches princesa". Nos conformamos con tener a alguien que nos escriba cuatro mentiras a través de un teléfono móvil. Sonreimos a una pantalla cuando en realidad lo que queremos es que la persona que está al otro lado de ella nos vea sonreír. Se nos olvidan los nervios, la incertidumbre de saber si aparecerá o no, la tensión de tener al lado a alguien a quien quieres tener incluso más cerca. Nos dedicamos a dejar caer indirectas en vez de ser claros y decir lo que sentimos, sin rodeos, sin miedo a lo que pensamos o, simplemente, a lo que piensen los demás. Se nos olvida que somos personas que necesitan sentir a otras personas.