lunes, 2 de marzo de 2015

Un cielo de tentación

Ayer soñé con los lunares de tu espalda. Eran estrellas en negativo sobre un cielo de tentación. La mejor parte es que estaban al alcance de mi mano. Podía recorrerlas suavemente, saltar de una a otra con la yema de mis dedos.
También soñé con que oía el latido de tu corazón entre beso y beso. Que oía tu respiración entrecortada mezclada con la mía, acelerada, controlada por cortos y silenciosos suspiros.
Control... ¿irónico no? Con lo difícil que era controlarse a tu lado. Todo en ti me descontrolaba: tus sonrisas de buenos días, las cosquillas antes de entrar a la ducha, los besos con sabor a mermelada de fresa entre tostada y tostada. Hasta cuando no estabas eras capaz de hacerlo, de hacerme perder la cabeza. La vuelta a casa después de un mal día, las siestas interminables y las cervezas de la cena. Todo estaba fuera de mi control contigo cerca.
Qué pena cuando sonó el despertador y te esfumaste igual que se esfuma una pesadilla.