martes, 29 de diciembre de 2015

Polvo.

Y prometía y decía que no se iría. Y se fue y se olvidó de todo lo que prometió. Cómo siempre. Cómo todos.
Y yo me reía, me reía porque siempre lo había sabido; sabía que desaparecería. Pero no quería verlo porque me gustaba creer en la eternidad, esa que dura para siempre. Pero me quemé porque quien alimenta las llamas del fuego de la mentira se quema, y yo lo hice. Y se me incendió el corazón y quedó reducido a las cenizas del recuerdo; al polvo del que todos venimos y al polvo al que todos volveremos.

lunes, 11 de mayo de 2015

Nunca.

Nunca se me dieron bien las metáforas o hipérboles, en realidad tampoco me llegué a aprender sus definiciones. Tampoco sé expresar cómo me siento o controlar mis emociones. No me gustó nunca sentirme atada, ni llorar, ni tragarme los problemas (aunque sea lo único que sepa hacer); pero hoy me siento libre. Libre como cuando abres la ventana de casa un día de lluvia y huele a tierra mojada o cuando te ríes y te empieza a doler la barriga o esos días que hace mucho calor y te metes debajo de la ducha con el agua muy muy fría. Quizá no esté en mi mejor momento o quizá sólo piense que no lo estoy, pero sienta bien respirar hondo sabiendo que nada te oprime el pecho. Nunca me gustó demasiado el rosa, pero tampoco me sienta bien el negro. Creo que soy mucho más de rojo: apasionada, fuerte y segura. Y también creo que todo se puede restaurar, pero para empezar mi reconstrucción primero hay que completar la tarea más difícil: encontrarme a mi misma, otra vez.

sábado, 2 de mayo de 2015

13 capítulos mal escritos.

Reescribiría nuestra historia, pero hace tiempo que no tengo ni voz ni voto en lo que ocurre contigo y conmigo: y no, no me refiero a nosotros porque esa palabra no existió nunca entre tú y yo. Es más, en realidad creo que eliminaría los trece capítulos del libro de mi vida que llevan tu nombre. Arrancaría todas y cada una de esas páginas que tienen las palabras corridas de llorar sobre la tinta y no me daría ninguna pena borrar todas las ilusiones escritas entre líneas. Sigo queriendo despertar de la pesadilla en que has convertido mis días y amanecer en mi cama, con el calor del sol entrando por mi ventana; poder por fin dejar atrás estas sábanas frías a las que me tienes anclada. Llenar el vacío que dejaste desde que te fuiste, aunque en realidad sigas clavándole flechas a mi corazón para asegurarte de que le quedan cicatrices con tu nombre.

miércoles, 29 de abril de 2015

"Bailar es soñar con los pies."

Nunca había conocido a nadie como ella; podía presentarse en cualquier momento del día para convertir sus nubes grises en un bonito atardecer. De su mano todo era mucho más sencillo y no hacían falta palabras para decir todo lo que sentía. Siempre conseguía sacar lo mejor de ella y hacía que todo lo malo desapareciese. Tampoco la hacía falta fingir; podía llorar sin lágrimas, reír sin carcajadas y querer sin besos. A su lado se paraba el tiempo y no existía el quién, el cuándo o el dónde; solo importaban sus sentimientos y cómo se los hacía llegar a los demás. Los problemas se convertían en ochos, los golpes en acentos y la ira en fuerza y expresión. Podía volar y sentirse libre: sin ataduras, normas, objetivos o prejuicios. Sabía que aquella era su media naranja. La danza siempre la hacía soñar y, con ella cerca, sentía que la vida era un poquito más fácil.

miércoles, 8 de abril de 2015

Qué hipocresía.

Estaba empeñada en escribir algo, pero se me da tan mal forzar las cosas. No me gusta, no lo aguanto. Necesito tener mi vida controlada, pero odio que me la controlen, También odio tener que cumplir unos requisitos y llegar a unos parámetros determinados. Me gusta hablar sin pensar y cagarla, sobre todo cagarla, aunque luego haya que pedir perdón. ¿De eso va la vida, de equivocarse y aprender a rectificar, no? Pues a mi lo de equivocarme se me da de puta madre, me equivoco todos los días a todas horas. Ahora mismo me equivoco obligándome a escribir y por eso esta línea es una basura. A mi lo que me gustan son los besos, pero no esos de película, los que no vienen a cuento, los inesperados. "Ines-perados" vaya chiste más malo, pero no creo que existan las casualidades. Odio pensar y ya estoy pensando. Entiendo que me digan que no me entienden porque yo tampoco lo hago. Solo sé que no sé nada. Qué hipocresía.

lunes, 2 de marzo de 2015

Un cielo de tentación

Ayer soñé con los lunares de tu espalda. Eran estrellas en negativo sobre un cielo de tentación. La mejor parte es que estaban al alcance de mi mano. Podía recorrerlas suavemente, saltar de una a otra con la yema de mis dedos.
También soñé con que oía el latido de tu corazón entre beso y beso. Que oía tu respiración entrecortada mezclada con la mía, acelerada, controlada por cortos y silenciosos suspiros.
Control... ¿irónico no? Con lo difícil que era controlarse a tu lado. Todo en ti me descontrolaba: tus sonrisas de buenos días, las cosquillas antes de entrar a la ducha, los besos con sabor a mermelada de fresa entre tostada y tostada. Hasta cuando no estabas eras capaz de hacerlo, de hacerme perder la cabeza. La vuelta a casa después de un mal día, las siestas interminables y las cervezas de la cena. Todo estaba fuera de mi control contigo cerca.
Qué pena cuando sonó el despertador y te esfumaste igual que se esfuma una pesadilla.