domingo, 9 de noviembre de 2014

Amor, odio y ganas de arrancarte la ropa.

Una mezcla entre amor, odio y ganas de arrancarte la ropa. Eso era lo que sentía cada vez que te veía, o quizá lo siga sintiendo, pero el dolor lo ha cambiado todo. Te quería a ti y me odiaba a mí por hacerlo. Y de las ganas de quitarte la ropa es mejor no hablar, qué voy a decir que no hayan dicho ya mis ojos cuando te cruzas en su camino. Era todo demasiado fácil y demasiado complicado para que pudiéramos sacar algo en claro. Era un caos, como este puñado de letras que no dicen nada, un caos al que no queríamos poner orden o al que quizá temíamos ordenar. Tal vez nuestro problema fue conformarnos con el primer "no" en vez de buscar el décimo noveno "sí".  O a lo mejor era tan sencillo como que, en realidad, no queríamos encontrar un "nosotros". Dicen que hay cosas que no pueden ir unidas, como la vida y la muerte o el blanco y el negro, y tú y yo decidimos no estarlo.

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